Nueva York, la ciudad insomne

Otra vez nos hemos vuelto a despertar temprano con ganas de más, de mucho más Nueva York. Comenzamos con un paseo por la séptima y octava avenida, aprovechando además que tenemos el Madison Square Garden nada más salir del hotel quisimos conocer este templo del deporte neoyorkino. Uno de los estadios que deseamos poder visitar en una futura ocasión para ver un partido de la NBA con los Knicks o los Rangers para la NHL. ¡Lástima que la liga ha acabado! También es conocido como el estadio de las mentiras puesto que no se encuentra en la Calle Madison, tampoco es una plaza (Square) y tampoco un jardín (garden) lo que es cierto es que en su cancha, que no pudimos conocer por las obras de acondicionamiento para la nueva temporada, se han vivido grandes hazañas deportivas.

Así que ya tenemos una cuenta pendiente para volver a Nueva York, aunque siempre es diferente conocerla en verano o por ejemplo en invierno con sus decorados navideños. Igualmente preciosos. Nos adentramos en sus calles, viendo sus comercios y habituándonos a cómo es la vida de los neoyorkinos y de todos los turistas que recibe esta metropoli. El bullicio de sus calles, el ritmo de una sociedad multicultural, muchísimos restaurantes de comida rápida indiferentemente del origen gastronómico y muchos comercios. Precios en todos los escaparates y es que una de las actividades preferidas por los visitantes a Nueva York es irse de compras y así se ofrecen packs para hacer tours en los mejores outlets de grandes marcas. Nosotros no tenemos casi tiempo para irnos de compras, pero sí que alguna ganga hemos encontrado y que usaremos para trabajar estos días. Las sirenas son constantes, la pita de los coches, sobre todo sus 13.000 taxis amarillos y mucha seguridad que la convierten en una ciudad muy segura. La vitalidad y continuo movimiento de los bomberos y habituales bocas de incendio te hacen revivir las películas del cine americano.

Para este martes los compañeros de TuBillete.com nos tienen preparada una excursión de tarde y noche. Así que hemos decidido movernos por la zona, conocer cómo llegar hasta el punto de recogida y coger fuerzas en algún restaurante cercano. Nos lo hemos pensado bastante pero al final hemos acertado. ¡Hemos comido las mejores alitas de pollo de nuestras vidas! Qué ricas estaban y qué inyección de vitalidad nos han dado.

Con la barriga llena nos dirigimos al punto de recogida, un hotel situado en la octava avenida con la calle 45 y en nuestro trayecto nos hemos parado sorprendidos por un artista. No lo hemos dudado y nos traemos, entre otros, este recuerdo de Nueva York.

Volvimos a dejarlo y a toda prisa llegamos puntuales al destino. A los pocos minutos la guagua que nos trasladaría por esta ciudad insomne, que no para, con tiendas que abren 24 horas como su metro. Una demostración que Nueva York sí es la auténtica ciudad que nunca duerme. Acompañados por nuestra guía Fanny íbamos a recorrer el condado de Manhattan de noche, pero primero visitamos el condado de Staten Island cogiendo el ferry gratuito al atardecer.

La hora fue todo un acierto porque en la ida pudimos disfrutar de la Estatua de la Libertad, el skyline de Manhattan, el puente de Brooklyn...a nuestras espaldas mientras el sol caía. 

Y a la vuelta, que realizamos nada más llegar a esta isla, la ciudad se encendía ante nuestra mirada. La Estatua brillaba con su antorcha cada más incandescente y los ventanales de los rascacielos se encendían como luciérnagas en la noche dando luz a la noche neoyorkina.

Al lado de esta zona se encuentra el Puente de Brooklyn, así que volvimos a disfrutarlo, pero en esta ocasión de noche. No pueden pasar guaguas, porque cuando su construcción no se tuvo en cuenta ya que no se imaginaban vehículos de esta altura, por lo que lo divisamos desde el Puente de Manhattan y ya en Brooklyn nos deleitaron con la imagen del Puente de Brooklyn con Manhattan iluminado al fondo. ¡Beautiful! como rezaba un cartel próximo.

Para finalizar esta preciosa visita nocturna por Nueva York paramos en el Empire State para subir y ver la ciudad iluminada desde el punto más alto, pero nosotros asombrados por el ocaso de la capital del mundo nos reservamos esta visita para disfrutarlo desde este edificio que se ha convertido en icono de Nueva York después de que Nueva Jersey demandase la Estatua de la Libertad al estar dentro de sus límites estatales.

Y mañana disfrutaremos de una visita de todo el día, con salida de los límites de Nueva York ¿A dónde será? ¡Comprúebalo tú mismo siguiendo nuestra TuBiAventura americana!