sábado, 3 de agosto de 2013

Amsterdam Gay Pride: una fiesta arco iris

Después de conocer la Holanda más típica volvemos a Ámsterdam para ser partícipes de una de sus fiestas más populares, el Amsterdam Gay Pride, el desfile del Orgullo Gay en la capital holandesa. Más de medio millón de personas se dieron cita el primer fin de semana de agosto con el objetivo de disfrutar de la fiesta del orgullo gay que se celebra desde 1996 en Ámsterdam. El día más espectacular es el sábado cuando casi un centenar de carrozas se convierten en protagonistas al pasear por los canales de la ciudad, un evento llamado Canal Parade.


Los Países Bajos se convirtieron en referencia para los gays al legalizar en abril de 2001 el matrimonio homosexual, siendo el primer país en el mundo en realizarlo. La comunidad gay en Holanda alcanza el millón de personas y Ámsterdam se viste de gala para celebrar, con orgullo y convicción, este Gay Pride. Sus calles se adornan con los colores del arco iris, banderas, globos, camisetas, banderines, póster y hasta golosinas tiñen la ciudad de colorido, especialmente de rosa.









La ciudad se vuelca y también su gente que reciben con mucho cariño a todos los visitantes llegados de los cuatro puntos cardinales del planeta. Da igual tu edad, tu sexo, tu color de tu piel o de tus ojos, tu religión, tus pasiones o tus ideologías políticas y sobre todo tus preferencias sexuales, Ámsterdam te recibe con los brazos abiertos si tu único interés es pasarlo bien, ser uno más y promulgar la igualdad.






Desde Westerdok sobre el Prinsengracht, pasando por el Amstel río -en el que nos situamos- y llegando hasta Zwanenburgwal y Oudeschans a Oosterdok transcurre este desfile de varias horas de duración. Los puentes se llenan y casi no hay hueco para poder obtener la mejor toma de la fiesta, durante horas reservan su sitio para poder gozarse este espectáculo. Los balcones, los adornos de los puentes y cualquier sitio elevado recobran su importancia durante las horas que dura el desfile por el canal.







La fiesta está en el agua que también refleja el color del arco iris, en las barcas, en las carrozas enumeradas que llegan casi a un centenar y llenas de personas disfrazadas, con mucho color, con trajes, con plumas, con indumentarias temáticas...pero se traslada del canal a los puentes, a sus calles. La música, las sonrisas, el cariño, el respeto, el amor, el buen rollo generan una nebulosa en el que te sientes cómodo, feliz y con ganas de más. Como una imagen vale más que mil palabras, aquí les dejamos algunas...




















 Políticos y famosos se animaron en esta edición a apostar y apoyar por esta fiesta que no se olvidó de Vladimir Putin, líder ruso, ni de la comunidad homosexual en Rusia. ¿El motivo? La firma de la controvertida ley que prohíbe la propaganda homosexual,, a finales de junio y que castigará con grandes multas a los que se manifiesten a favor de "relaciones sexuales no tradicionales".




Amor, mucho amor, se derrocha en cada esquina, en cada puerta, en cada puente,  a las orillas del canal y es que cualquier sitio es ideal para demostrar los sentimientos por otra persona sin distinción sexual. 





Por la noche la fiesta continúa, centrada en la Plaza Rembrand y alrededores, aquellos que aún conservan fuerzas y siguen con ganas de más diversión se lo pasan en grande colapsando las calles del centro de la ciudad, bebiéndose unas copas, tomándose algo y moviendo las caderas y levantando los brazos hacia el aire al ritmo de la música que pinchan los Djs.





Nosotros nos dimos un paseo y reconfirmamos el buen rollo que se respira en este Amsterdam Gay Pride, una fiesta reivindicativa, una gran experiencia y en el que todos, sin importar sexo, edad, raza, religión o condición sexual, se divierten consiguiendo la igualdad, o quizás indiferencia, que tanto desean.





No hay comentarios:

Publicar un comentario