Buenos días, después del día de ayer hoy nos levantamos con más ganas, si cabe, de conocer esta preciosa isla. Nuestra primera parada del día fue otra excursión por el mar, pero esta vez a bordo de un catamarán, no uno cualquiera, sino el Don Joan, un navío que te descubre todo los entresijos del Puerto de Maó.
Durante nuestra travesía en el Don Joan hemos podido contemplar las diferentes edificaciones que se encuentran en el Puerto de Maó y su historia.
Nada más zarpar nos encontramos a la derecha una base naval que fue fundada por los británicos cuando la isla estaba bajo su dominio; diferentes edificios que nos cuentan la historia de este puerto natural, que es el segundo más grande de Europa, como lo es la casa que está sobre el mar, denominada la pequeña Venecia, o casas de estilo colonial inglés, al igual que el cementerio inglés que tiene una curiosa anécdota, ya que sólo hay un inglés enterrado en él, el resto son americanos.
Saliendo del puerto nos encontramos dos pequeños islotes donde se encuentran dos edificaciones muy importantes: La Mola, una fortaleza construida por los españoles y Lazareto, que era un hospital donde se recluían a los que contraían enfermedades contagiosas, dígase el cólera, la fiebre amarilla o la peste.
Otro de los puntos calientes del puerto es la Cales Fons, que es un pueblo pesquero de Es Castell y que guarda la forma de las edificaciones antiguas, al igual que el propio pueblo de Es Castell.
Y para terminar podemos ver la Isla del Rey donde se encontraba un hospital militar y también el Hotel Almirante, casa de un famoso almirante inglés.
Dentro de tanta historia naval también hay hueco para lo moderno, yates, barcos y embarcaciones en general que fondean en el puerto, a cual más lujosa y más grande, pero la que destaca en estos días es el Yate Givi, un megayate propiedad de un empresario neozelandés, con 55m de eslora y cuatro cubiertas, todo un espectáculo para los más curiosos.
Después de una hora de travesía espectacular en el Don Joan, nos dirigimos a conocer la ciudad de Mahón. Lo primero, subir al casco histórico desde el puerto y hasta ahí nos llevan estas escaleras que nos elevan del nivel del mar...
... para contemplar desde sus miradores unas vistas de ensueño de todo el puerto de Mahón.
Nuestro periplo por el centro de la ciudad empieza por el Ayuntamiento que se encuentra en una plaza llena de bares y cafeterías que hacen de esa zona un buen sitio para tomar algo o comer algo.
La Port de San Roc es una de las últimas puertas que siguen en pie de la muralla que protegía la ciudad de Mahón de los ataque de los piratas y corsarios que llegaban hasta la isla, en la actualidad es uno de los reclamos turísticos de la capital.
También puedes disfrutar de forma gratuita del Museo de Menorca, donde puedes contemplar las obras de los artistas isleños actuales más modernistas y dar un paseo por el arte menorquín.
El Teatro Principal es el lugar donde los mahoneses pueden disfrutar de diferentes obras durante todo el año. La puerta principal está presidida por una figura de la diosa Talia, musa de la comedia y el teatro.
La ciudad cuenta con infinidad de miradores que hacen de ventanas para el disfrute del turista en cada uno de ellos y la obligación de tomar una foto para el recuerdo de su visita a la capital menorquina.
Para acabar el día nos desplazamos a las afuera de Mahón para visitar el poblado prehistórico menorquín de Talatí de Dalt. Es uno de los mejor conservados de la isla ya que posee edificaciones que en otros poblados han desaparecido y esto le hace ser visitiado por muchos turistas a lo largo del año.
Agradeciendo vuestra fidelidad a nuestro blog nos despedimos de este día de tanta cultura e historia dando las gracias a nuestra agencia de confianza TuBillete.com, a nuestra aerolínea Aireuropa y como no a los tripulantes del Don Joan, los cuales fueron muy atentos con nosotros, y a Valerie por la gratuidad del servicio y su amabilidad y cortesía. Como regalo de despedida del día de hoy les dejamos un timelapse del poblado prehistórico menorquín. ¡Deu!
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