domingo, 9 de junio de 2013

Varsovia, la resurrección de una ciudad estratégica

En sus calles se han desencadenado importantes secuencias bélicas a lo largo de la historia, pero este pueblo luchador ha pasado página constantemente y resurgido, sobre todo, de las cenizas y destrucción producidas en el Alzamiento de Varsovia en 1944 reconstruyendo su ciudad al punto de ser proclamada como Patrimonio de la Humanidad por ser un "ejemplo de reconstrucción casi total". Sus ciudadanos podrían transmitir el dolor de las penurias que han pasado, pero en Varsovia se respira optimismo, ilusión y hasta se bromea con las guerras pasadas.


 No hay tiempo que perder si quieres conocer todas las experiencias y relatos de la ciudad, su pasado y cómo se ha desarrollado hasta este prometedor presente. Así que madrugamos y algunos disfrutamos, nuevamente, de un baño en el jacuzzi y piscina instalados en la planta 43 del International Warsaw. En la recepción nos esperaba nuestra guía Beata que nos llevó hasta nuestra primera parada, el gueto judío. En cada una de sus palabras se nota la pasión por transmitir, al detalle, cómo era y lo que ha quedado de Varsovia. En este barrio vivían antes de la II Guerra Mundial la comunidad judía que suponía un tercio de los habitantes de la ciudad y sólo Nueva York superaba en número al gueto judío. Con el alzamiento del muro reclutaron a más de 400.000 judíos y se les prohibió a los comerciantes venderles productos. El hambre hizo presencia y aprovecharon esta circunstancia para ofrecerles un futuro mejor en otro lugar, lo que no sabían era que iban directos hacia la muerte en los campos de concentración en los que morían en sus cámaras de gas. En este punto se erige el Umschlagplatz, monumento en memoria a la salida de estos trenes hacia los campos de concentración y héroes judíos del gueto, y también se encuentra el Museo de Historia de los Judíos Polacos.



Con la segunda deportación masiva de los alemanes de judíos a los campos de concentración se produjo la sublevación de los judíos del Gueto de Varsovia. En esta época en la que no delatar a quienes ayudaban a esta comunidad les costaba la muerte, incluso a todo un vecindario por no dar el chivatazo de que en su edificio había un vecino ayudando al pueblo judío polaco les costaba a todos el fusilamiento. Esta sublevación, que tuvo la respuesta de los invasores alemanes finalizada con la destrucción de su sinagoga, tiene su memorial en Krasins Square.



Superando su impresionante muralla nos introdujimos en el casco antiguo de Varsovia.




 Las calles del centro histórico transmiten una tranquilidad impropia de este lugar, una sensación que no pudieron disfrutar sus antiguos habitantes. Preciosas, vetustas e intercambiándose angostas con más amplias desembocan en su impresionante Plaza Mayor. Sus agradables terrazas son adornadas por el arte de pintores y músicos que se congregan tras la mirada de la sirenita que se encuentra en el centro de la plaza, sacando la sonrisa de aquellos que han sufrido en sus carnes el terror de las guerras.




Es el lugar ideal para tomarse algo o llevarse un souvenir de la visita a la capital polaca.



La Catedral de San Juan de Varsovia disfruta  de mucha vida en un país principalmente católico. Su imperial órgano da la bienvenida a un centro de culto y reflexión con una belleza incalculable.




Volvimos hacia la guagua con un paseo por el Palacio Real, que habíamos visto por la noche el día anterior, y esquivando las primeras gotas de lluvia de las habituales tormentas veraniegas polacas.




La visita por Varsovia no podía acabar sin música. Muchos de sus bancos tienen un botón que al apretarlo suenan canciones de Chopin. En el Parque Lazienki se congregaban cientas de personas para disfrutar del concierto al aire libre que se realiza, en dos funciones, cada domingo. Esta interpretación de piano es en memoria de Fréderich Chopin. Jóvenes y mayores, parejas y familias completas se tumban o sientan alrededor de la artista y hacen que durante 45 minutos sean que el placer de las notas ejecutadas por el pianista y cantos de los pájaros se entremezclen para el placer de sus oídos.







Nada puede estropear este momento y como si de arte de magia se tratase la lluvia cesó hasta segundos antes de tocar la última nota. Así que aprovechamos para adentrarnos en este parque y jugar con sus ardillas, respirar aire fresco y llegar hasta el restaurante Belvedere donde fue el paladar al que le tocó el momento de disfrutar del exquisito salmón y posterior jabalí.




La lluvia no cesó y cogimos la guagua para dirigirnos al aeropuerto. La tormenta no cesaba pero finalmente pudimos coger el avión para ir a uno de los 150 destinos que opera esta compañía, y amenecer en la joven Abu Dabi. El servicio de airberlin fue inmejorable y totalmente recomendable es elegir la opción Business en este viaje de larga distancia, máxime en horas nocturnas y el añadido de tener el uso horario de +4 sobre el meridiano de Greenwich. La cena estuvo espectacular, así como todas las comodidades que disfrutamos en la primera clase con sillones que se reclinan totalmente y una oferta interactiva de películas, música, juegos...que satisface las necesidades de todos los públicos. Así que no lo dudamos y tras comer, jugar, escuchar música...tocó dormir para descansar los ojos tras tantos bellos lugares que estamos descubriendo en este OTA Trip cortesía de airbelin y que disfrutamos gracias a la TuBiAventura de TuBillete.com







¡Nos vemos en Abu Dabi!




1 comentario:

  1. Qué recuerdos!! Una bella ciudad llena de bellos ciudadanos con un espíritu de superación admirable

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