Hoy hemos tenido la mañana libre, así que ni cortos ni perezosos nos pusimos en marcha para ir a visitar zonas de Barcelona que no tenemos en nuestro planning de excursiones. Nos calzamos nuestras playeras y nos vamos dirección al "Arc del Triomf".
No, no hablamos del Arco del Triunfo de París, sino del de Barcelona, que, para nuestro gusto, en cuanto a diseño poco tiene que envidiarle al francés. Fue construido como entrada principal a la Exposición Universal de Barcelona de 1888 y está realizado en ladrillo, lo cual le da un color rojizo que contrasta con el azul del cielo y el verde de los árboles. Un auténtico emblema de la ciudad.
Atravesamos el arco y llegamos a un enorme parque que desemboca en otro, el famoso Parque de la Ciudadela (Parc de la Ciutadella), con más de 17 hectáreas es considerado uno de los principales pulmones de la ciudad, el lugar ideal para hacer un poco de deporte, tumbarte a descansar en el césped o simplemente dar un paseo.
Cabe destacar que el Parc de la Ciutadella fue durante muchísimos años el único parque público de la Ciudad Condal, repleto de zonas ajardinadas, monumentos e incluso un lago.
Una zona encantadora que nos ofrece la posibilidad de relajarnos en un espacio propio de un museo, eso sí, al aire libre.
Cogimos el metro y nos dispusimos a ir a la playa más conocida de Barcelona, la Barceloneta. Esta playa está considerada como uno de los principales atractivos de la ciudad, amplia, larga y muy concurrida que cuenta con un gran ambiente y unos servicios excelentes.
Desde la playa podemos divisar uno de los hoteles más representativos, el Hotel W, más conocido como el Hotel Vela, por su forma. Podemos añadir como dato curioso que ningún edificio de Barcelona puede superar en altura el último pilar que aún queda por colocar en la "Sagrada Familia", es por ello que el edificio en un principio iba a constar de 170 metros de altura, pero el ayuntamiento barcelonés obligó al arquitecto a modificar el proyecto. En el momento de su inaguración su altura quedó en 100 metros.
Tras una pequeña parada para almorzar y reponer fuerzas nos encontramos con nuestro guía Albert, quien nos llevó por nuestra excursión vespertina a lugares realmente emblemáticos de Barcelona.
El primero de todos ellos fue el impresionante Parc Güell. Diseñado por el arquitecto Antonio Gaudí, el parque consta con elementos muy peculiares a nivel arquitectónico. El jardín debe su nombre a Eusebi Güell, una persona muy importante y poseedor de una gran riqueza en su época, era el segundo español más rico tras su suegro, el Marqués de Comillas.
Construido sobre una colina en las afueras de Barcelona (anteriormente), la idea principal del parque era la de construir un residencial de lujo para los más ricos. Eusebi Güell descubre, en uno de sus viajes a Inglaterra, que los adinerados ingleses tenían enormes jardines con espacios comunitarios, así que al volver a España decide construir el Parque Güell con ese fin.
Un parque digno del escenario de un cuento. En su punto central nos encontramos con una plaza rodeada por un monumental banco de 110 metros de largo con forma de serpiente. El banco tiene una forma curiosa y esto se debe a que estaba pensado para la relajación de las lumbares.
El parque es un lugar enigmático, misterioso, mágico y muy peculiar que te dejará boquiabierto, y es que con vistas como las que ofrece no es de extrañar que fuese visitado el pasado año por 8 millones de personas.
Finalizamos nuestro paseo por el Parque Güell de Barcelona y llegamos a la obra maestra de Antonio Gaudí, su masterpiece, el Templo Expiatorio de la Sagrada Familia. Monumento emblema de la ciudad y la iglesia en construcción más grande del mundo. El proyecto fue encargado en primer lugar al arquitecto Francisco de Paula del Villar y Lozano. La primera piedra se colocó el 19 de marzo de 1882 (día de San José). Gaudí asistió a la ceremonia, ya que había trabajado como ayudante de
Villar en varios proyectos; en ese momento no se podía imaginar que él
pasaría a ser el arquitecto de dicha obra.
Desde nuestra perspectiva particular a sus pies podemos apreciar su majestuosidad, todo un monumento que te embobará, con recargamiento en sus detalles que te llamarán la atención.
Consta de tres fachadas con elementos biblícos muy representativos. La primera fachada es la del Nacimiento, una fachada magníficamente decorada y llena de vida que representa el nacimiento de Cristo. Su situación es estratégica, ya que cuando amanece el sol le da directamente, queriendo simbolizar el nacimiento de un nuevo día.
La segunda fachada es la de la gloria, será la fachada principal, la más grande y, representa la situación del ser humano dentro del orden general de la creación: su origen, su problemática, los caminos que tiene que seguir y su fin.
Finalmente, la tercera fachada es la de la Pasión, donde al atardecer el sol la mirará directamente, la muerte del día, la muerte de Cristo en la cruz.
La Sagrada Familia es escenario habitual de numerosos actos culturales y encuentros religiosos.
El 7 de noviembre de 2010 el Templo de la Sagrada Familia fue consagrado al culto religioso por el papa Benedicto XVI. En esta ceremonia, el papa declaró la Sagrada Familia como Basílica menor, siendo la novena iglesia de la capital catalana en recibir esta distinción.
Cuando finalice su construcción contará con 18 torres que representarán: 12 de ellas a los Apóstoles, 4 a los evangelistas, una a María y otra a Jesús. Esta última será la más alta, y es por ello que existe una normativa en Barcelona que impide que ningún edificio puede superar la altura que tenga esta torre, que será de 170 metros de altura. A cada una de las torres se le asinará una altura diferente según la jerarquía religiosa.
¿Cuándo finalizará la obra? No se sabe la fecha exacta, pero corren rumores de que para el año 2026, fecha en la que hará un siglo de la muerte del arquitecto Gaudí.
Miles de turistas visitan este templo inacabado pero curioso. Una Biblia en piedra. Recomendamos completamente realizar una visita guiada a la Sagrada Familia dado que es muy instructivo que te vayan contando la historia y mostrándote, a su vez, sus numerosos detalles.
Comienza a anochecer y no queríamos perdernos una de las maravillas de Barcelona, la Torre Agbar. Un curioso edificio con forma de "bala" que se ilumina de noche.
Es, probablemente, el rascacielos más representativo de Barcelona con 145 metros de alto, y ya forma parte del paisaje urbano de la ciudad, sobretodo cuando cae la noche, ¿por qué? no tienes más que verlo...
Toda la torre se viste de color, lo que la hace fácilmente visible por desde cualquier punto de la ciudad. Un auténtico espectáculo visual digno de ser visto.
Para despedirnos queremos dedicarles este timelapse y esta foto a todos nuestros compañeros de TuBillete.com por hacer posible este viaje, a nuestros receptivos en Barcelona de Welcome Incoming Services y a Air Europa por el excelente trato recibido en los vuelos.
¡Gracias y buenas noches!
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