jueves, 18 de julio de 2013

Sevilla, riqueza cultural y gastronómica, y fervor popular

Sin tiempo para descansar -hemos dado un bote en Tenerife de sólo un día- del tremendo viaje realizado a Nueva York, hemos rehecho las maletas y encaminado al décimo destino de la TuBiAventura de TuBillete.com. En esta ocasión no hemos tenido que salir del país ya que nuestro destino se encuentra al suroeste de la península ibérica, allí donde la gastronomía te cautiva, su gente te enamora y su patrimonio histórico te hipnotiza, estamos hablando de Sevilla.


Después de un increíble vuelo con AirEuropa en el que no nos hemos enterado de nada, en el que la comodidad ha sido tal que se nos ha pasado como si fuera cuestión de minutos, hemos aterrizado en la capital andaluza. Después de recoger las maletas hemos acudido a alquilar un coche para desplazarnos al centro de la ciudad y, sin duda, la mejor opción ha sido SIXT. Tiene una amplísima flota de vehículos de alta calidad y el precio es el más competitivo posible, así que recogimos las llaves del Peugeot 2008 con el que nos moveremos por la ciudad hispalense.





Trazamos la ruta desde el aeropuerto al hotel y nos adentramos en el corazón de Sevilla. Hasta perderse por sus calles mientras conduces es recomendable porque en cada esquina te encuentras un monumento, una plaza o construcción que supone un legado de las diferentes culturas que han cimentado los inicios de la ciudad. Al final llegamos al céntrico hotel Confortel Plaza que es donde nos alojaremos estos días y aparcamos a las afueras porque el centro es casi todo peatonal, parques públicos o zona azul. El hambre superó al cansancio, pero sólo por unas horas, así que cenamos y nos acostamos deseando ir recuperando poco a poco las fuerzas que nos permitan conocer a fondo esta preciosa ciudad.


A la mañana siguiente el sol hizo acto de presencia temprano y con el paso de las horas nos recordó que en verano es demasiado justiciero en Sevilla. Por tanto, nos pusimos ropa fresca y cogimos bebidas para estar constantemente hidratados. Es altamente recomendable -nos lo han repetido en numerosas ocasiones los andaluces- que evitemos las horas puntas de calor porque nos puede pasar factura. No les falta razón, porque es dar unos cuantos pasos entre las 12 y las 18 horas y pasarlo realmente mal. Algunos, con la gracia que tanto les caracteriza, nos han afirmado que la siesta nació justamente por aprovechar esta franja horaria con el aire acondicionado en sus viviendas. Pues quizás no les falta razón porque la ciudad se convierte y se vuelve solitaria, sus calles se vacían e incluso muchos comercios, habitualmente abiertos durante el resto del año, cierran sus puertas sabedores que pocas ventas o ninguna tendrán. Sólo los parques, eso sí con 36-38 grados a la sombra, reúnen a algunos turistas que se refrescan bebiendo cañas.



Nosotros hemos aprovechado que disponemos de la guagua turística panorámica, cortesía de TuBillete.com,  para tener una primera visión general de la ciudad. Alternando zona exterior, bajo toldos, interior con aire acondicionado y sobre todo el que puedas subir y bajar todas las veces que quieras durante el día y aprovechar estas paradas para disfrutar del tapeo tan típico, la rica gastronomía andaluza e hidratarnos. Nos ha servido para situarnos, tener una primera toma de contacto con la ciudad y grabar sus principales atractivos turísticos desde la guagua.






Por la tarde hemos estado puntuales delante de la Parroquia Nuestra Señora de la O para ser testigos de la procesión de la Virgen del Carmen del Puente de Triana. Sevilla y toda Andalucía es muy famosa por sus fiestas populares paganas y cristianas, siendo primavera la mejor época para visitar la capital andaluza. La Feria de Abril y la Semana Santa en Sevilla reúne a muchísimas personas llegadas desde los cuatro puntos cardinales del planeta y ya que no hemos podido venir en esa época sí queríamos plasmar en nuestro reportaje el fervor popular, la fe y el patrimonio artístico que suponen sus procesiones.



El calor era insoportable así que se retrasó una hora. A las 20, las puertas de la Parroquia se abrieron y miles de personas se congregaban para fotografiar, rezar y piropear a la Virgen que fue embarcada en la parte trasera de la parroquia entre vítores y la música de la banda municipal. En el embarcadero turistas y fieles se mostraban expectantes mientras la Virgen, embarcada y acompañada de varias embarcaciones se desplazaba por el río. Sobre los puentes, ciento de personas se concentraban y algunas arrojaban pétalos sobre la imagen que pasaba bajo sus pies. Una procesión muy emotiva por las calles sevillanas y el río Guadalquivir que transcurre de Norte a Sur por la ciudad hispalense.







Con el atardecer y sobre todo por la noche Sevilla es diferente, se llenan sus avenidas de gente que aprovecha que bajan las temperaturas y algo de aire fresco se presenta. El ruido de los vasos brindando, de los gritos para pedir las tapas, las colas para conseguir la mejor terraza y tapas se convierte en todo un ritual, una cultura gastronómica. Rendidos por el calor reinante en la ciudad y sobre todo por el cansancio acumulado, no aguantamos más de la medianoche; deseando poco a poco recuperar las fuerzas necesarias para coger el ritmo necesario para conocer la cuarta ciudad más poblada de España.




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