sábado, 8 de junio de 2013

Conociendo Varsovia con los 5 sentidos

Nuestro segundo destino en el OTA Trip de airberlin es Varsovia. Madrugamos para salir del hotel NH Friedrichstrasse, con el picnic bajo el brazo, y desplazarnos hasta el aeropuerto. El vuelo estaba previsto que saliese a las 8 de la mañana pero al llegar al aeropuerto Berlín-Tegel, comprobamos que se había cancelado por motivos técnicos. La preocupación se disipó en cuestión de minutos gracias a la eficacia de los trabajadores de airberlin que nos buscaron una vía alternativa vía Múnich y llegamos al destino prácticamente a la hora prevista. Son situaciones como estas las que demuestran el alto grado de compromiso con sus clientes y el alto nivel de una aerolínea que ofrece un servicio de garantía a un precio exquisito.


 Llegamos al aeropuerto Fréderich Chopin a mediodía por lo que decidimos dejar las maletas y directamente ir a almorzar. Lo hicimos en un restaurante típico "Czerwonym Wieprzem", que significa "Cerdos Rojos" en referencia a que sus clientes eran principalmente de la élite comunista, entre ellos Lenin; y que actualmente es uno de los restaurantes más famosos de esta ciudad de alrededor de 2 millones de personas. Su "zurech", sopa típica polaca, o sabrosa carne ha sido degustada por famosos como Bruce Willis, Lennox Lewis, Benzemá, Ribéry... Y cómo no, también nos aventuramos a que nuestro paladar pusiera a prueba la comida polaca. ¡Qué bueno que estaba todo! 





Con la barriga llena nos encaminamos al Palacio Willanow, residencia veraniega del rey Jan III y uno de los pocos edificios que sobrevivieron tras la II Guerra Mundial; posteriormente se convirtió en hotel y en el primer museo público desde el siglo XIX. 



Su interior está repleto de retratos, frescos, esculturas, vestidos y utensilios de la época que te consiguen teletransportar en el tiempo.








Además se realiza una función musical en su interior, aunque nosotros estuvimos presentes en el ensayo y ya pudimos comprobar que en la tierra de Chopin la música se lleva en las venas.



La visita a este precioso palacio finalizó con un paseo por sus cuidados y fabulosos jardines y en el que viven muchas especies entre ellas unas curiosas ardillas. Un bosque refrescado por un lago próximo en el que puedes pescar o dar un paseo en barca. 







Era hora de volver al hotel y disfrutar de las instalaciones del Internacionental Warsawa, con su piscina que proporciona unas vistas increíbles de la ciudad.






Esta larga jornada la finalizamos con un paseo nocturno por la ciudad, una toma de contacto de lo que veríamos con más detalle al día siguiente y nos gustó tanto la comida polaca que volvimos a degustar otros platos riquísimos. Un día muy completo en la capital de Polonia, que por la noche tiene mucho ambiente.








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