Bajo la muralla de Ibiza, Patrimonio de la Humanidad

Venir a Ibiza y no conocer la Isla sino su ocio nocturno sería un auténtico error, es más, nos atrevemos a decir que relacionar Ibiza solamente con la fiesta ya lo es. Ibiza, conocida como la isla blanca, ofrece una gran variedad de actividades y opciones para conocerla y no exclusivamente por la noche entre movimientos de caderas, ríos de alcohol y música electrónica. Cierto es que la mayor de las Islas Pitiusas atrae a un público joven con mucha ganas de marcha, de disfrutar de sus famosas e impresionantes fiestas hasta que el cuerpo aguante pero aquí hay mucho más y ese objetivo es el que nos hemos marcado, desvelarle los secretos, rincones y tradiciones de esta preciosa isla balear. Comenzaremos por su capital.

Las distancias son cortas en Ibiza por lo que moviéndote en coche conseguirás estar en los diferentes destinos en pocos minutos. Además su entramado de autovías con posteriores rotondas con avenidas harán fácil su conducción aunque perderse por carreteras secundarias siempre te llevarán a disfrutar de algún paraje asombroso. Nos despertamos temprano, después de haber descansado placenteramente, y tras un exquisito desayuno buffet que nos ofrecieron en nuestro hotel THB Ibiza Mar cogimos la autovía que va directo al centro de Ibiza, de su capital. Aparcar por sus calles es una ardua tarea, así que te aconsejamos que si vas en coche a la capital tengas preparadas algunas monedas para abonar el parking de la zona azul. Además, el máximo de estancia en muchas de sus zonas más frecuentadas es de dos horas, así que deberás regresar a comprar otro ticket o volver a intentar encontrar la aguja en el pajar, es decir, un aparcamiento gratuito entre tantas líneas amarillas y azules.

Mientras te aproximas a la ciudad te das cuenta de la belleza de su muralla. Un fortín amurallado declarado Patrimonio de la Humanidad y que es considerado por la UNESCO como el acrópolis mejor conservado de todo el Mediterráneo. Allí nos esperaba nuestra guía particular en nuestra aventura por Ibiza, Adriana, una vieja amiga de Fer que ha encontrado en Baleares el trabajo de farmacéutica que demandaba en Tenerife. Con Adriana nos hemos adentrado en el corazón del recinto fortificado y nos comentó que en mayo se celebra un mercadillo medieval espectacular, que toda la isla se vuelca y se escenifica la época medieval en las vetustas calles de este laberinto que supone Dal't Vila (Ciudad Alta) que es como se llama esta ciudad fortificada.

Como nos encontramos en junio no pudimos disfrutarlo, pero ella ha compartido estas imágenes con todos para que nos hagamos una idea de los personajes (artesanos, caballeros, forjadores...) y puestos que se puede encontrar si coincide tu visita a Ibiza con el mercadillo medieval.

Las vetustas calles, de este recinto rodeado de esta muralla construida para evitar el ataque de los piratas, son preciosas y sus casas ibicencas están pobladas. Fachadas y adoquines centenarios,  preciosas buganvillas, restaurantes y tiendas típicas harán que aunque te pierdas en este laberinto no eches de menos haber cogido el camino más corto hasta el punto más alto de la muralla donde se encuentra su catedral. Las vistas desde su plaza dan una impresionante y preciosa panorámica de toda Ibiza.

Bajamos hasta la plaza del parque y Vara del Rey para conocer el centro, sus comercios y comer una riquísima paella en una de sus terrazas. No es de extrañar estar tomándote algo y encontrarte a jóvenes que se pasean con disfraces promocionando las fiestas temáticas que se celebran por la noche u otros que te ponen una pulsera para acceder gratuitamente a alguna fiesta no tan mediática.

A nivel del mar vale la pena ir al puerto marítimo donde se encuentra la Calle Mayor, que abre todos los días desde por la mañana hasta la madrugada. Allí puedes encontrar preciosos souvenir, tomarte algún refrigerio o adquirir los tickets del ocio nocturno.

Ibiza capital también tiene playas y nos dirigimos hasta Playa d'en Bossa para ver como estaba el ambiente en esta zona en la que la fiesta comienza a media tarde y dura hasta la medianoche. Destacan grandes discotecas como Ushüia, con fiestas temáticas diarias, o la playera Bora a Bora y pudimos comprobar que el ritmo no para en Ibiza y que es un destino que también atrae a turistas y famosos, como Fonsi Nieto.

     

Los atardeceres, desde varios puntos de la Isla, son preciosos y nosotros lo disfrutamos volviendo a nuestro hotel para cenar (el ocaso es sobre las 21.15 horas) con un buen plato de comida y una vista idílica con los barcos, el mar y la playa.

Mañana nos animaremos con la Ibiza más profunda, la rural, la más arraigada a sus tradiciones; la Ibiza más auténtica.