La belleza de París no sería tal sin el Palacio de Versalles. Un castillo que cuenta con unas 700 salas, más de 2.500 ventanas, centenares de espejos y escaleras, eso sin contar las 800 hectáreas de jardín, vamos, un lugar para perderse.
El Palacio de Versalles fue declarado por la Unesco, Patrimonio de la Humanidad en 1979. Una excursión que no deberías de perderte en tu viaje a París. Cuenta con audioguías en más de 10 idiomas.
Dato de interés es que el rey Luis XIV dejó París y decidió construir Versalles como una pequeña ciudad alejada de los problemas.
Al regreso a lo que es París centro pudimos disfrutar del Acuario de París, conocido como el Cineaqua. Mucho más que un acuario. Se encuentra situado en los jardines del Trocadéro, en pleno corazón de París, un lugar para compartir momentos de evasión y de descanso.
Cuenta con dos salas de cine y más de 43 estanques, pero sin duda su mayor atractivo son sus 25 tiburones. Casi terminando el recorrido hay un pequeño estanque en el que los peces se encuentran al alcance de tu mano. Aquí nos encontramos con un "monitor" que nos da comida para que metamos la mano en el estanque y les demos de comer a los peces. Una experiencia muy divertida.
París, después de siete días, hoy, el cielo ha llorado nuestra despedida. ¡Qué bella ciudad! Millones de cosas que ver, lugares que visitar. Montmatre, el barrio de los artistas, calles llenas de pinturas, cafés que desprenden aires bohemos. Una ciudad para perderte en ella, tumbarte a los pies de la Torre Eiffel y contemplar su grandeza. Tener una cena romántica por el Sena, visitar el Louvre y pasear entre Da Vinci y Van Gogh. Mañana regresamos a casa pero con el recuerdo grabado en nuestras memorias... No nos cansaremos de agradecer a las empresas que han hecho posible este viaje y que tanto nos han ayudado, TuBillete.com y Welcome Incoming Services.
En fin, siempre nos quedará París.
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