¡Buenos días! Hoy nos levantamos si cabe con más ganas que ayer de disfrutar de todo lo que nos da esta ciudad. Primero desayunamos fuerte para el día que nos esperaba por delante y, ya dispuestos, nos pusimos en camino hacia nuestra primera parada que no era otra que el Arco de Constantino. Un arco que fue erigido en el año 315 en conmemoración de la victoria de Constantino el Grande en la batalla del Puente Milvio. Este arco incorpora escultura reciclada de monumentos anteriores.
Cerca del Arco de Constantino estaba nuestra siguiente parada y una de las más esperadas por nosotros y creo que por la mayoría de los turistas que visitan Roma, es, por supuesto, el Coliseo, declarado uno de Las Nuevas 7 Maravillas del mundo moderno y símbolo de la ciudad de Roma y uno de los monumentos mas visitados de esta ciudad.
El Coliseo fue construido para albergar hasta 50.000 personas en su interior. En las primeras filas de asientos, cerca de la arena, eran ocupadas por el Emperador, los senadores y familiares y, a medida que se ascendía en los asientos, se situaban estratos inferiores de la sociedad. En el Coliseo tenían lugar luchas de gladiadores y espectáculos públicos como naumaquias, caza de animales, ejecuciones, recreaciones de famosas batallas y obras de teatro basadas en la mitología clásica.
Las luchas de los gladiadores, entre ellos o contra las fieras, eran el espectáculo preferido por el público romano donde las batallas eran a muerte y donde el futuro del gladiador era decidido por el Emperador que, con un gesto tan simple como el del pulgar hacia arriba, o el pulgar hacia abajo, significaba seguir viviendo o la muerte. Se calcula que entre gladiadores y animales pudieron morir casi el millón en espectáculos acontecidos en el Coliseo.
Tras una mañana llena de muchas emociones en el Coliseo decidimos coger el bus turístico e ir descubriendo, de un forma más profunda la ciudad de Roma. Nuestra siguiente parada fue la fuente más grande y visitada de la ciudad, La Fontana di Trevi, siendo costumbre de los romanos poner una fuente al final de los acueductos que traían el agua desde las afueras hasta el centro de la ciudad.
Y por supuesto que cumplimos con su leyenda que dice: "si vas a la Fontana di Trevi y tiras una moneda con la mano derecha por encima de tu hombro izquierdo quiere decir que volverás a visitar la ciudad". Por tanto, nosotros lo hicimos, porque así lo creemos.
La penúltima parada del día fue la Plaza de España, una de las más famosas plazas de Roma, ya que en ella se han rodado bastantes películas. Pero, lo importante de esta plaza es que debe su nombre a la embajada española ante la Santa Sede. Uno de sus aspectos más llamativos es, entre otros, su escalinata de 135 peldaños que te lleva hasta la Iglesia Trinita dei Monti, en ella también podemos ver una fuente llamada Fontana della Barcaccia.
Para terminar el día nos dirigimos al Panteón un templo construido en el Imperio Romano en honor a todos los dioses ya que en esa época eran muy venerados. Por tanto, decidieron la construcción que dio como resultado este templo que tiene forma redonda por parte de su estructura, lo que le hizo conocerse entre los romanos como "La Rotonda".
Con este recorrido por la Roma monumental, toda Roma lo es, nos despedimos hasta mañana.... ¡ahora toca cenar, dormir y soñar con el día de mañana! Les esperamos.
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