Antes que nada pedir disculpas por no poder escribir ayer en blog, cuando terminen de leer este post comprenderán el por qué.
El Viernes tuvimos una excursión al Morro de Sao Paulo, la cual era de ida y vuelta en el mismo día, peeeeeero...
Tras varias horas atravesando la bahía, tanto en barco como en coche, por fin llegamos al maravilloso Morro de Sao Paulo. Un lugar encantador, embriagador, magnífico, maravilloso... ¡EL PARAÍSO!
Un lugar tranquilo, con una gran variedad de actividades que poder realizar: excursiones, caminatas, playa... y para los más atrevidos, una magnífica tirolina de 300 metros de largo y 70 de alto, todo un reto para los más aventureros.
No existen palabras que puedan describir este lugar. Apartado del bullicio, de la monotonía de la ciudad, no hay carreteras ni coches, simplemente un camino de madera.
Para entrar al morro se debe de pagar una tasa de mantenimiento ambiental de R$15, unos 6€, aproximadamente.
Todo resulta agradable en este lugar. El entorno natural, los lugareños, las playas, ¡TODO!
Un paraíso que atrae a millares de personas del mundo entero. Conocimos las bellísimas playas con arenas finas y doradas y nos bañamos en sus cálidas aguas cristalinas. Existen muchísimas playas en la isla, pero cuatro son las principales, conocidas como "primera playa", "segunda playa", "tercera playa" y "cuarta playa"
¿Cómo? ... ¿Que ya es la hora de irse? ... ¡Pero si aún no lo hemos visto todo!
Tras recibir esta noticia, decidimos quedarnos una noche para disfrutar de este lugar. Y es que si visitas Morro de Sao Paulo no querrás regresar a casa, tanto es así que ingleses, portugueses, holandeses, etc, han hecho las maletas y se han venido a vivir aquí.
Pues lo dicho, nos quedamos pero... ¿dónde nos quedamos? Lo bueno de venir a Morro es todo, pero aparte de eso, el hospedaje, mil y una posadas donde quedarte, a cual mejor. Estuvimos mirando varias y finalmente optamos por "Pousada Minha Louca Paixao" situada en la tercera playa.
Una habitación increíble, pequeña pero acogedora, un precioso jardín para perderte, y una piscina que habla por sí sola...
La primera playa es probablemente de las más tranquilas. También se la conoce como la playa de las atracciones marítimas ya que es donde se pueden realizar paseos en "banana", alquilar tablas de surf y es donde se encuentra el final de la famosa tirolina "Tiroleza".
La segunda playa es, probablemente, la más famosa de toda la isla. Toda la gente que visita la isla pasa, al menos, una noche en la segunda playa, ya sea para tomar algo, para bailar o salir de fiesta. Es por ello por lo que es la más famosa entre los más jóvenes. A su vez es la playa con más restaurantes y bares. Durante el día podemos ver gente jugando al "footvolley", volleyball, football, a las palas y podremos disfrutar de las rondas de Capoeira.
Al llegar a la esquina de la segunda playa nos encontramos con la tercera. Aquí es donde se alberga el mayor número de posadas y hoteles. A diferencia de las dos anteriores ésta es la más tranquila de las cuatro playas. El encanto reside en un pequeño islote rodeado por una barrera de coral.
A simple vista la cuarta playa parece no llegar a tener final. Cuando baja la marea se forman enormes piscinas naturales. Aconsejable llevar o alquilar unas gafas de buceo y a disfrutar de esta maravilla que nos brinda la naturaleza. Es en esta playa desde la que podemos entrar al "Zimbo", una pequeña villa que nos guiará hasta el poblado de Gamboa.
En resumidas cuentas, Morro de Sao Paulo, no puedes dejar de visitarlo. Todo el mundo puede disfrutar de él, tanto si vienes de mochilero, con un paquete de un resort de cinco estrellas bajo el brazo o de imprevisto.
Morro, un lugar que te enamorará, te cautivará... Un lugar al que volveremos... quizá algún día. De momento volvemos a nuestro hotel y desde aquí agradecer a nuestros compañeros de TuBillete.com que nos hayan brindado la posibilidad de venir a visitar este abrumador paraíso.
¡GRACIAS!
Se aceptan las disculpas. ¡Qué buena elección la de quedarse!. Así tienen para argumentar pues la mejor manera es vivirlo.
ResponderEliminar