domingo, 12 de mayo de 2013

Visita a Cancún y Playa del Carmen


Quien tiene buena noche no puede tener buen día señala el amplio refranero español y con esa sensación nos levantamos después de una gran fiesta en Coco Bongo con la sensación de que nos habíamos acostado hacía 10 minutos. Con sólo 4 horas de descanso nos presentamos en la recepción del Grand Palladium Riviera donde nos esperaba una furgoneta a nuestra disposición, junto a nuestro compañero de Welcome Incoming Services, Álvaro.


Tocaba día de ruta para llegar hasta Cancún, una zona más turística con grandes complejos hoteleros y en la que nada más llegar sientes la influencia americana con sus edificiones inmensos e innumerables centros comerciales.




Sus playas son espectaculares aunque no se encuentren en un paraje tan virgen como la Riviera Maya. Las actividades acuáticas son comunes en esta zona más orientada al turismo canadiense, americano... mientras que el europeo se centra en la Riviera Maya. Destaca Playa Delfines donde turistas y habitantes de Cancún se entremezclan aprovechando sus cristalinas aguas.



Después de disfrutar de las playas y dar un paseo por sus centros comerciales fuimos hasta Playa del Carmen para conocer su quinta avenida, ideal para hacer unas compras y tener los recuerdos de la visita a esta región mexicana. Sus avenidas desembocan en otra preciosa playa en la que habían fabulosas figuras hechas de arena y en la que asombrados miramos al cielo al ver un espectacular reflejo que hacía el sol. Todos los allí presentes no perdieron la oportunidad de sacar la cámara, el móvil o simplemente asombrarse con una mirada hacia el cielo el mismo día del milagro de Fátima.



Entre fenómenos naturales increíbles y visitar distintas tiendas mexicanas el hambre hizo presencia y qué mejor que la comida mexicana. Nos dejamos llevar por Álvaro y acudimos a un restaurante típico en el que nos tomamos unos grandiosos nachos con queso gratinado. ¡Qué ricos, nunca habíamos comido unos tan buenos!


El calor apretaba y las horas pasaban sin que pudiéramos detenerlas, muy a nuestro pesar. Finalizaba la última excursión, en este maravilloso país, cortesía de TuBillete.com; y tuvimos que regresar al hotel. Allí nos esperaban varias parejas de recién casados dispuestos a impedir que nos fuésemos de México sin probar el tequila ¡Y es que ni tiempo hemos tenido!. Así que, tras el pertinente ritual, brindamos por todos los que hacen posible esta TuBiAventura.


Y como estábamos muy cansados... ¿qué mejor que disfrutar de nuestra nueva habitación? Sí, decimos bien, nueva habitación y es que en el hotel tuvieron la cortesía de realizarnos un upgrade -una mejora- y proporcionarnos las dos últimas noches en una Royal Suite. ¡Una pasada! La habitación es inmejorable pero los servicios ya son lujos impensables. Disponemos de un mayordomo que nos atiende para realizarnos todas las gestiones en el hotel (reservas en restaurantes temáticos, llamar a un taxi, avisar al botones, traslados en el hotel...) y encima nos prepara el jacuzzi a la hora que le digamos o nos trae el desayuno. ¡Con tanto lujo nos están malacostumbrando!


Esta noche será de despedidas, así que toca vivir a tope nuestra última noche de esta particular "Luna de miel"

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