martes, 23 de abril de 2013

Entre el mar y la cumbre, entre la cumbre y el mar


          Hoy hemos dedicado el día a realizar tomas de diferentes paisajes de la isla, de la costa al interior, desde el punto más alto, el Pico de Las Nieves, hasta la playa más emblemática de la capital, Las Canteras, acabando en Maspalomas y deleitándonos con el atardecer. 

          Amanece en Gran Canaria, un nuevo día nos espera. Cogemos el "tubicoche" (como lo ha bautizado nuestra compañera Vero) y ponemos rumbo al corazón de la ciudad, la playa capitalina, la Playa de Las Canteras.

          Desde La Puntilla hasta el Auditorio Alfredo Krauss, una avenida repleta de hoteles, viviendas, tiendas, bares, restaurantes, pubs, centros comerciales... Pasar un día de playa en Las Canteras es casi obligatorio en tu visita a la isla. Las Canteras destaca por ser la primera zona turística de Gran Canaria.

                                     

          Tomamos la ruta hacia el interior y llegamos al Parador de la Cruz de Tejeda, el segundo municipio más pequeño de Gran Canaria. En este popular mirador podemos disfrutar de una gran variedad de restaurantes, bares, tiendas de souvenirs y se nos brinda la oportunidad de dar un agradable paseo a lomos de un burro (sólo para niños). Un lugar ideal para descansar y relajarte entre montes y pinares.



          Ya en el coche se nos presenta la oportunidad de embelesarnos con las vistas que nos ofrece el trayecto de vuelta. 

          Nos dirigimos al pequeño Sáhara grancanario, el lugar ideal para tener la sensación de perderte en medio de un desierto. 



          Se encuentra en el sur de la isla, concretamente en Maspalomas. Un lugar famoso por sus hoteles de lujo y su playa caracterizada por la presencia de grandes dunas que se extienden desde Playa del Inglés hasta Maspalomas. De fácil acceso, las dunas son uno de los grandes atractivos de Gran Canaria.

          Un consejo: salir del hotel y bajar a la playa de Maspalomas. Supone disfrutar de un agradable paseo a orillas del mar y ya en el Faro de Maspalomas sólo nos queda recostarnos en el muro y divisar el horizonte, contemplando uno de las imágenes más bellas para acabar el día, el atardecer.



          Y de esta manera, dejando que nos acaricie el tibio sol del atardecer nos despedimos por hoy. Mañana nos toca una aventura de vaqueros.         

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