La isla bonita, aunque llamándola por su nombre legendario deberíamos de llamarla "Benahoare", una isla en el paraíso, con forma de corazón, completamente verde... hablamos de nuestro octavo destino, que no es otro que la isla de La Palma.
Tomamos el avión temprano en la mañana y nos embarcamos en nuestra nueva aventura. Llegamos al Hotel Las Olas en Los Cancajos, muy cerca de la capital Santa Cruz de La Palma.
Cogimos nuestro coche de alquiler de la compañía Hertz y nos fuimos al sur de la isla, concretamente al área de los volcanes: Fuencaliente.
Aquí nos encontramos con dos de los volcanes más importantes de la isla: San Antonio y Teneguía.
Teneguía fue la erupción más reciente en territorio español que data de noviembre de 1971.
De la caldera al faro...
... y a las salinas, una auténtica joya natural sobre lava basáltica. Fue declarado lugar de Interés Científico por sus valores naturales.
Tras una breve paradita para coger fuerzas, nos pusimos rumbo al puerto de Naos, localidad costera con 500 metros de arena negra donde podemos bucear o hacer parapente, a parte de disfrutar en compañía.
De una playa a otra playa, de Naos a Tazacorte, una playa de aguas tranquilas desde donde se puede ver una idílica puesta de sol.
Elevamos los metros de altitud y llegamos al Mirador del Time en Tijarafe desde donde vemos los Llanos de Aridane, el océano Atlántico y algo que predomina mucho en esta isla, plataneras, muchas plataneras por todas partes.
Tras este intenso recorrido por la costa de La Palma, que deja ver su actividad volcánica, regresamos al hotel para cenar y descansar. Hasta mañana.
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