A primera hora de la mañana teníamos una cita con nuestros compañeros de Welcome Incoming Services, subimos a una guagua llena de turistas con ganas de conocer la isla y disfrutar de cada rincón.
El día estuvo movidito, hicimos una excursión que se llama el "Gran Tour", el nombre lo dice todo, es un tour por los sitios más importantes de la isla con un guía bien preparado y documentado.
Dio tiempo para hacer muchas actividades y visitas.
El primer lugar al que nos dirigimos fue a un parque lleno de camellos, preparado para disfrutar de un agradable y divertido paseo. En el camello se pueden subir 2 personas, la mujer siempre se coloca a la derecha y el hombre a la izquierda, se hace así porque a la derecha hay unos sacos para atarlos en la silla de la mujer y así compensar el peso (vamos que llamaron gordo a Fer jajaja).
Son unos animales enormes y se nota al estar arriba, pues entre el divertido meneito para un lado y meneito para el otro te regocijas no sólo del paseo sino también del paisaje.
Después de esta agradable paseo hicimos la ruta de los volcanes en el Parque Nacional de Timanfaya. Sus asombrosos paisajes ausente de animales y plantas hacen de éste, un auténtico paisaje lunar. Este parque nacional goza de naturaleza intacta, está muy protegido y la mano del hombre no puede llegar allí y destrozarlo.
El Parque tiene un gran atractivo, nuestra primera parada fue en el centro de visitantes dónde te hacen varias demostraciones de que el volcán aún está vivo: coger la ceniza volcánica y notar su calor o meter una planta seca a unos metros de profundidad y que en cuestión de segundos se prenda fuego, o ver como por un tubo volcánico, que es un géiser, echan agua y el volcán la devuelve en disparándola a gran fuerza y velocidad. También tuvimos la oportunidad de ver cómo los cocineros del restaurante del centro de visitantes hacían una parrillada al calor que desprende el centro de la tierra. ¡LAS DEMOSTRACIONES SON IMPRESIONANTES!
Pero la ruta del fuego aquí no había terminado, quedaban un sinfin de paisajes volcánicos en el Parque de Timanfaya, hicimos una ruta en la guagua donde nos explicaron la última erupción en la isla de Lanzarote con la que creció en extensión la isla en la cara sur.

Aún nos quedaba mucho por hacer y por ver: Lugares como los Hervideros, formación rocosa (límite del Parque Nacional) en la que choca el mar con peculiar fuerza creando extrañas formas y bonitos rincones.


También fuimos a la zona del Golfo donde encontrarás un paisaje muy singular, una playa de arena negra que contrasta con el verde de la laguna que lo atraviesa.
Conocimos Las Gerias paisaje agrario vinícola único en el mundo dedicado al cultivo de la vid a través de hoyos escavados en la ceniza volcánica. Además pasamos por una bodega en la que muy amablemente nos ofrecieron un poquito de su vino.

La última parada la reservaron para un lugar con especial encanto Los Jameos del Agua, considerada la obra más brillante del lanzaroteño César Manrique, donde el artista convirtió parte de la cueva en un lugar de ocio sin alterar su naturaleza. Allí podrás encontrar una laguna con una preciosa estampa en la que los ojos se te irán solos hacia los diminutos cangrejos ciegos albinos, también únicos en el mundo.
Tras el día que nos tenía planeado nuestra agencia TuBillete.com en el que en un día (debido a las cortas distancias en la isla) pudimos visitar tantos lugares... El Gran Tour llegaba a su fin y teníamos que despedirnos de nuestros compañeros de viaje, en especial de una pareja de burgaleses, Ana y Javi quienes hicieron el viaje mucho más agradable. Pero a Fer y a mí aún nos quedaba cuerda antes de caer rendidos en la cama así que tras un baño en la piscina del hotel fuimos con sus padres a visitar la capital, Arrecife. Disfrutamos del atardecer en el Charco de San Ginés, el puente de las bolas y el paseo marítimo.
Volvimos para una espectacular cena temática que nos habían preparado en el hotel y para finalizar el día quedamos con unos amigos: Yasmina - antigua compañera de Vero en la Universidad-, su novio Javi y nuestro querídisimo compañero Marcos, junto a ellos, un mojito y la preciosa luna llena que también nos acompañaba, pasamos una bonita velada en un lugar con especial encanto, el Lagomar. Una cueva abierta a la luz de la noche en la que aprovechamos para hacer algunas tomas para el video de la Tubiaventura en Lanzarote.
Como ven un día muy completo y tras este largo día nos vamos a preparar todo la visita de mañana a la isla de la Graciosa y ahora sí, caer rendidos en la cama. ¡Hasta mañana!
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